lunes, 3 de mayo de 2010

Un ejemplo de entrevista bien planteada. De Carmen Barreiro, en El Correo.

«Los productos convencionales son tan saludables como los ecológicos»

02.05.10 - 02:54 -
El director de Seguridad Alimentaria del Gobierno vasco y presidente del comité organizador del IV Congreso Internacional de Autocontrol y Alimentos Inocuos para la Salud -que se celebra los días 5, 6 y 7 de mayo en Bilbao-, Javier García, está convencido de que «nunca hemos comido productos más saludables que en la actualidad». El problema, insiste, es que «comemos demasiado» y «abusamos de las grasas saturadas y el azúcar». Como diría el doctor Grande Covián: se trata de comer de todo, pero en plato de postre.
-Conservantes, sulfatos, colorantes, edulcorantes, grasas saturadas, precocinados... ¿Los alimentos que comemos son seguros?
-Rotundamente, sí. Comemos más seguro que nunca. Lo que pasa es que a medida de que avanzamos en calidad de vida y de salud, todavía queremos más y hacemos bien. La seguridad de los alimentos en la actualidad es total.
-Sin embargo, cada cierto tiempo se lanzan campañas para advertir de los inconvenientes de determinados productos, como el consumo de grasas saturadas.
-Lo que ocurre en todas las sociedades civilizadas es que hay es un exceso de consumo y ese consumo lógicamente repercute en la salud. No se trata de que el alimento sea malo, sino que comemos demasiada cantidad.
-¿De qué abusamos?
-Fundamentalmente, de grasas y azúcares.
-La OCU acaba de advertir de que el consumo de pescados como la panga y la perca son perjudiciales para la salud por la alta concentración de mercurio que tienen. Cuando una organización de consumidores lanza una alerta, ¿hasta qué punto tiene credibilidad?
-Las alertas a las que hay que hacer caso son las que provienen de la red de seguridad alimentaria que existe a nivel europeo. Ahí es donde actuamos de forma coordinada para eliminarlo del mercado cuando un alimento genera un problema en toda Europa. No se trata de que las asociaciones de consumidores no tengan credibilidad, lo que pasa es que a veces determinados aspectos no están tratados con la evaluación de riesgo suficiente antes de llegar a la población.
-Pero, ¿son o no son perjudiciales?
-Se puede decir que determinados pescados tienen más mercurio que otros, pero eso no quiere decir que te vayan a producir un problema, porque la ingesta de ese pescado no es tan elevada como para que te haga daño. Habría que tomar muchos kilos de ese alimento y durante mucho tiempo para sufrir una intoxicación. Y, normalmente, nuestros hábitos de consumo hacen que el pescado que tomamos sea bastante variado y, por lo tanto, la cantidad de un determinado contaminante que pueda tener una especie no es suficiente como para producirnos un problema.
Leyendas urbanas
-Imagine que estamos en un supermercado haciendo la compra. ¿En qué deberíamos fijarnos en la etiqueta? ¿Hay algún componente que tendríamos que descartar?
-Una persona sana puede comer de todo. Lo que debe hacer es consumirlo en poca cantidad. Hay que seguir la máxima de Grande Covián; comer de todo, pero en plato de postre. No hay ningún alimento que intrínsecamente sea malo.
-¿Y el controvertido el aceite de palma?
-Normalmente se utiliza en la bollería industrial. De estos productos hay que tomar una cantidad pequeña. Por eso siempre hablo de la cantidad. Cuando abusas de un determinado tipo de alimento es cuando puedes tener problemas. Un consumo excesivo de azúcares y grasas saturadas puede producirnos problemas directos.
-¿Por qué no se obliga entonces a poner en las etiquetas qué tipo de grasas contiene cada producto?
-Porque queremos dar tanta información al consumidor en una etiqueta que al final lo que hacemos es confundirle. Porque, insisto, un alimento no es malo en sí mismo. Alguien puede tomar perfectamente bacón, que tiene grasas saturadas. Lo que no puede hacer es cenarlo todos los días.
-Muchas veces vuelven loco al consumidor. Un año el aceite de girasol es la panacea y al siguiente mejor cambiarlo por el de oliva. Antes no se podía comer pescado azul y ahora se recomienda tres veces a la semana. ¿Por qué pasa esto?
-En unos casos se basa en estudios científicos, pero en otros muchos por intereses comerciales. Es decir, determinado sector de alimentación hace investigaciones en un sentido para un alimento y le sacan los aspectos positivos. Absolutamente todos los alimentos tienen aspectos positivos y negativos.
-Oligoelementos, bífidus, lactobacillus caseis inmunitas... ¡Para comerse un yogur hay que tener un máster en alimentación!
-Totalmente de acuerdo. Al consumidor hay que darle información para que tome absolutamente de todo, pero en poca cantidad.
-Ahora están muy de moda las bayas del Goji por sus «infinitas propiedades» contra todo tipo de enfermedades. ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de marketing?
-Lo único bueno que hay detrás de algunos productos es una buena campaña de marketing. Todos los componentes beneficiosos para la salud se encuentran en una dieta equilibrada. El tratar de buscar sustitutos de la leche o de cualquier otro producto para tener nutrientes es absurdo si comemos correctamente.
-En torno a la alimentación hay muchas leyendas urbanas. Se dice, por ejemplo, que rellenar de agua las botellas de plástico es malo. ¿Es así?
-Pues no. Otra cosa es que no cambies la botella durante meses. También existe la creencia de que consumir determinados alimentos juntos o por separado es bueno... La gente se cree afirmaciones de este tipo, que muchas veces no tienen ninguna validez. Y ya no le digo nada de las dietas en las que se dice que con determinado tipo de productos se pierde peso. Lo único que adelgaza es comer menos.
Los pintxos, tapados
-A la hora de comer fuera de casa, ¿menú del día o tartera?
-Lo importante es comer de forma equilibrada. Lo que pasa es que, cuando estamos en un restaurante, nos resulta mucho más difícil ser cautos en las cantidades y en las cosas que pedimos.
-Se termina comiendo más.
-Y no sólo eso. Sino que además pides lo que realmente te apetece porque tienes dónde elegir. Es más difícil controlarse, pero también se puede comer sano de menú del día; una ensalada, un filete a la plancha y fruta de temporada, por ejemplo.
-Una normativa obliga a tener los pintxos tapados. Sin embargo, en muy pocos establecimientos hosteleros se cumple.
-En principio deberían de estar tapados y refrigerados. Lo que ocurre es que en una comunidad como el País Vasco el consumo de tapas es tan grande que en determinadas barras se hace casi imposible tenerlos recogidos. Pero tenemos una ventaja respecto a la salud y es que la rotación de esos pintxos es muy rápida, con lo cual el tiempo que está al aire libre no es el mismo que en otras zonas.
-¿Qué diferencia existe entre los productos de agricultura ecológica y los tradicionales?
-Sólo compensa comprar productos ecológicos desde el punto de vista medioambiental. Son exactamente igual de saludables unos que otros.
-¿Cuáles son los productos que más problemas generan al área de Seguridad Alimentaria?
-Los complementos alimenticios que se venden en establecimientos como herboristerías o parafarmacias. Se cuelan cosas que son un timo para el consumidor e incluso pueden causarle problemas.

Publicado en El Correo, 2/4/2010